Ya de salida, la presidenta de la Suprema Corte, advirtió que aun con un nuevo órgano judicial supremo, las sentencias incomodas serán desacatadas por los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, ambos bajo control morenista, es decir, cree que persistirá la conducta del desacato.
Reforma, 30 de agosto, 2025.
