Tras tomar posesión como la primera Presidenta en la historia de México, Claudia Sheinbaum perfiló un plan de impulso a las energías limpias, con participación privada, y el compromiso de consumir menos gasolina y promover la electromovilidad, y marcó un contraste en el paradigma de la política energética de la 4T.
“Se mantendrá la autonomía del Banco de México, una política fiscal responsable, una proporción razonable entre deuda y Producto Interno Bruto, promoveremos la inversión pública y la inversión privada. Lo digo con toda claridad. Tengan la certeza que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro País”, dijo en su toma de posesión en el Congreso.
Reforma, 02 de octubre, 2024.